Alana gana su combate a base de tecnica

El segundo combate de la noche ha arrancado con una energía demoledora. Desde la primera campana, Ari Geli y su rival han protagonizado un asalto tremendamente igualado, con ambas púgiles entregadas al intercambio constante de golpes. Sin especulaciones, sin pausas y sin miedo a recibir castigo, las dos combatientes han ofrecido un espectáculo frenético que ha puesto al público en pie.

En este primer asalto no ha habido una clara dominadora. La intensidad, la agresividad y el coraje han sido compartidos por ambas. Golpe tras golpe, se han ido ganando el respeto mutuo, demostrando que ninguna ha venido a Sevilla a ceder terreno. Las tarjetas de este primer asalto bien podrían marcar un empate técnico, y eso solo promete una guerra aún más intensa en los siguientes minutos.

Desde el primer campanazo, quedó claro que esta sería una guerra de voluntades. Ambos púgiles, con el corazón por delante, se enfrascaron en un combate intensamente disputado. No hubo asaltos de tregua; cada segundo fue un intercambio de cuero, una danza brutal donde la iniciativa cambiaba de manos constantemente. La estrategia era clara para ambos contendientes: ir a buscar al rival, negarse a ceder un solo centímetro del cuadrilátero y dejarlo todo sobre el tapiz. La valentía fue el denominador común.

Sin embargo, a medida que los asaltos se sucedían, una de las figuras comenzó a dibujar con trazos más nítidos su camino hacia la victoria: la púgil mexicana. Desde el inicio, su propuesta fue inequívoca. Con esa garra inconfundible del boxeo mexicano, supo presionar, acortar distancias y trabajar incesantemente, buscando la victoria en cada combinación. No se guardó nada, cada paso era hacia adelante, cada golpe una declaración de intenciones.

Fue precisamente su arsenal de ganchos efectivos, tanto a la cabeza como al cuerpo, lo que comenzó a inclinar la bal balanza de forma sutil pero constante. Esos impactos curvos, potentes y precisos, iban minando la resistencia de su oponente, demostrando la esencia de una escuela que prioriza el intercambio, la resistencia y la capacidad de absorber para dar. La mexicana demostró que no solo tenía corazón, sino también la técnica para hacer daño con esos golpes signature. Cada vez que lanzaba un gancho, el eco de su herencia pugilística resonaba en el aire.

Tras los asaltos reglamentarios, la tensión era palpable. Los gestos de cansancio en ambos rostros eran evidentes, pero también la satisfacción de haberlo dejado todo. La decisión quedó en manos de los jueces, y como era de esperar en un combate tan apretado, el veredicto fue el más emocionante del boxeo: decisión dividida. La euforia estalló en la esquina mexicana cuando se anunció el resultado: cuatro jueces a favor y solo uno en contra, una victoria que refleja lo ajustado de la contienda pero que, al final, valida el boxeo de constante ataque y los golpes más efectivos de la mexicana.

El aplauso del público fue unánime para ambas contendientes, reconociendo el esfuerzo titánico. Pero la noche fue para la gladiadora mexicana, que con su estilo aguerrido y sus ganchos certeros, dejó una huella imborrable en la lona de La Velada. Un combate para el recuerdo.

✍️ Fredi Mosteirin – DDC Deportes de Contacto
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Agradecimientos a organizacion de la velada del año
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