No soy muy dado a hacer este tipo de artículos, de manera tan personal y realmente hace mucho tiempo que no me dedico a redactar este tipo de notas de prensa, con una visión tan particular y personal. Sin embargo he de confesar que algo para mí ha cambiado a la hora de retransmitir y cubrir los eventos de artes marciales mixtas, y es que ahora dada la posición que tengo como presentador del canal de deportes de contacto, mi relación ha dado un vuelco completo sobre la percepción de estos grandes eventos.
Llevo vinculado el deporte de contacto aproximadamente 30 años y la verdad es que nunca me había pasado, lo que últimamente, se está gestando a nivel personal. Y es que cuanto más conozco el mundo desde dentro y tengo la oportunidad de conocer a personas tan maravillosas ligadas a este deporte: entrenadores, luchadores, asistentes.., vivo este deporte con muchísima más pasión, pero sobre todo con un punto de vista mucho más personal.
El mes pasado tuve la suerte de poder conocer personalmente a Miguel Angel Colombo Lozano y ha Hecher Sosa y la verdad es que ha sido algo magnífico el poder no solo conocer al luchador, sino también a la persona que se pone las guantillas para subir al octógono. Si bien es cierto que mi labor comunicativa debería de ser total y absolutamente neutral, es imposible mantenerla cuando al final acabas haciendo amigos dentro de la jaula.
El pasado sábado para mí fue muy duro estar viendo a personas que aprecias en lo personal luchar dentro del octógono, por primera vez, he sentido rabia e impotencia al ver como alguno de los amigos, acababa de perder el combate, y eso es algo que hasta la fecha no me había pasado a no ser con mis propios alumnos, algo a lo que vengo acostumbrado como entrenador, y que, por suerte o por desgracia, tengo ya dentro de mi ADN.

Sin embargo, esta vez he vivido la velada, como si se tratara de un Barça, Madrid y yo fuera uno de los fanáticos de uno de los dos equipos, cuando vi que Colombo estaba siendo golpeado por su rival, me dieron ganas de saltar la valla y echarle una mano para sacárselo de encima, un punto de vista muy personal, pero a la vez lógico, cuando pienso que realmente, que tanto a él, como Merceditas les he cogido un cariño enorme. Lleve tal disgusto que no cené esa noche.
Quizás sea punto de inflexión en mi carrera deportiva, como entrenador, y sobre todo, como comunicador, el saber que detrás de esos guantes comienzan a estar buenos amigos, que querré siempre que ganen y compartir con ellos todas las alegrías que pueda y ayudarles a levantarse en las derrotas y estar presente también en dichas tristezas.
Cuando ganó Hecher alce los brazos, como si estuviera celebrando un gol en la final de Champions de mi equipo favorito, y cuando Colombo cayó al suelo, fue como si el directo del rival me hubiera impactado realmente a mí también con él, es algo que supongo, que a partir de ahora, tendre que lidiar con ello. Si bien es cierto que hasta la fecha siempre he amado este deporte, ahora lo amo y a veces lo odio, seguramente motivado por las derrotas de amigos que nunca querré que se produzcan. Es duro ver como David Mora pierde un combate o como Antonio Orden también cae a los puntos en una pelea. Sin embargo espero y deseo que las alegrías y triunfos sean mucho más abundantes que sus derrotas y podamos celebrarlas siempre
La MMA nunca va a ser igual para mí, desde el momento que grandes personas a las que aprecio y que de una u otra manera están cerca de mí, suben a la jaula y que por supuesto siempre desearé que ganen por encima de todo, tendré un problema el día que dos amigos se enfrenten entre ellos, pero en ese aspecto me mantendré neutral y apoyaré a ambos para poder celebrar con uno que ha ganado y con el otro ha aprendido..
Sigan ligados al deporte, porque realmente es la salsa de la vida, desde Lugo y con cariño para todos los que amamos y vivimos el deporte y sobre todo el deporte de contacto, buenas tardes
Fredi Mosteirin
