A Coruña, 2025 – En el corazón de Galicia, entre guantes, tatamis y sacos, una figura destaca como pionero, mentor y símbolo de los deportes de contacto: Iago Barros Meilán, luchador profesional y entrenador con una trayectoria forjada entre la dureza del ring y la constancia del gimnasio. Su historia es la de un competidor que se reinventó como formador, impulsando el boxeo, el kickboxing, el muay thai y las MMA en el noroeste español.
De guerrero solitario a referente local
Nacido en A Coruña en 1982, Iago Barros construyó su carrera a base de esfuerzo y decisión. Con un récord profesional en boxeo de 5 victorias, 20 derrotas y 2 empates, Barros no fue un boxeador de cifras espectaculares, pero sí de corazón inquebrantable. Se enfrentó a rivales superiores, muchas veces sin esquina, sin manager, y sin los apoyos que otros deportistas suelen tener.
Donde encontró su verdadero espacio fue en disciplinas como el kickboxing, el K1 y el muay thai, donde llegó a proclamarse campeón nacional y destacó como peleador explosivo y disciplinado. A lo largo de los años, su apodo “Pitbull” se convirtió en sinónimo de dureza y respeto dentro del circuito gallego y nacional.
Iago Barros Fight Club: una escuela de carácter
Tras su etapa como competidor, Iago fundó el Iago Barros Fight Club, una academia ubicada en A Coruña especializada en deportes de contacto. Allí, niños, jóvenes y adultos entrenan bajo su dirección en disciplinas como boxeo, muay thai, MMA y defensa personal. El enfoque del club no es solo deportivo, sino también educativo: fomentar el respeto, la constancia y el autocontrol.
El gimnasio se ha convertido en un punto de encuentro de atletas, alumnos y entusiastas del combate que valoran tanto la técnica como el ambiente que Iago ha sabido construir. Su estilo de enseñanza es directo, exigente, pero siempre cercano y comprometido.
La noche que A Coruña vibró
El 14 de junio de 2025, Iago Barros volvió a ponerse los guantes para competir en el evento Malafama Fighters 12, celebrado en su ciudad. Fue el combate estelar, frente a Alejandro Santiago, y una de las veladas más esperadas del año. Con guantillas de cuatro onzas y reglas tipo K1, ambos luchadores ofrecieron una guerra sin cuartel desde el primer segundo.
El resultado fue un empate, pero la ovación del público y el respeto mutuo entre los contendientes dejaron claro quién era el alma de la noche. Fue más que una pelea: fue un homenaje en vida a una carrera forjada con sangre, sudor y lealtad al deporte.
Más que un entrenador
Iago Barros no es solo un técnico con experiencia. Es también formador acreditado, organizador de eventos, orador en seminarios y ejemplo vivo de que el éxito no siempre se mide en cinturones, sino en influencia y legado. Muchos de sus alumnos han debutado en competiciones amateur e incluso profesionales, pero todos, compitan o no, salen de su gimnasio con una mentalidad diferente: respeto, humildad y trabajo.
Su filosofía es simple pero contundente: el deporte como vía de superación personal. En su club no se busca solo ganar, sino también construir personas fuertes, dentro y fuera del ring.
Perfil en resumen
Elemento | Detalle |
---|---|
Nombre completo | Iago Barros Meilán |
Año de nacimiento | 1982 |
Ciudad | A Coruña |
Apodo | Pitbull |
Trayectoria | Boxeo, K1, kickboxing, muay thai |
Club | Iago Barros Fight Club |
Rol actual | Entrenador, mentor y competidor ocasional |
Logro reciente | Combate estelar en Malafama Fighters 12 |
Filosofía | Disciplina, respeto, evolución |
Un legado en construcción
Iago Barros ha demostrado que un verdadero luchador no es solo quien lanza golpes, sino quien se mantiene firme cuando nadie cree en él. Con su club consolidado, una comunidad que lo respalda y una trayectoria respetada, su huella en el deporte gallego ya es imborrable.
Su próximo combate quizá no será en el ring, sino en seguir formando nuevas generaciones de luchadores que aprendan, como él, que el verdadero combate está en no rendirse nunca.
Iago Barros #9 Mala Fama Fighters Parte II es más que un capítulo en la carrera de un luchador; es una historia de perseverancia, dedicación y superación. A través de sus victorias y derrotas, Iago ha demostrado ser un verdadero campeón, no solo en el ring, sino también en la vida. Su historia continúa inspirando a muchos y su legado, sin duda, perdurará en el tiempo.